Tratamientos de ortodoncia con brackets estéticos y metálicos

Lucir una sonrisa impecable desde lo estético puede parecer, y es en parte, el gran fin de un procedimiento de ortodoncia tradicional en consultorio. Se asocia ampliamente con verse y sentirse a gusto con la dentadura pareja trayendo buena autoestima, también, ante situaciones sociales y de alta exposición que requieren ese cuidado, pero persigue un bien todavía mayor: el de tener una boca saludable y revertir la mordedura incompleta por desalineado o lesión.
En definitiva, no todos podemos lucir una boca bella por naturaleza, pero, con una limpieza suficiente y la mano experta del ortodoncista y odontólogo, puede ser muy positiva y amena. Un logro que nunca está muy lejano de alcanzarse.

Nada conspira tanto contra la higiene, buena oclusión y salud bucal integral como las piezas desparejas, torcidas y apretadas que impiden el aseo óptimo de dientes y encías, provocan bruxismo, desgastes, mal masticar, enfermedades de la encía, caries, deterioro del esmalte y otros problemas asociados, y por tanto, aceleran las probabilidades de contraer padecimientos, malformaciones y afecciones permanentes, que pueden concluir con la pérdida definitiva de partes dentales e incluso tejido y articulaciones. Y arraigar dolores habituales en otras zonas ligadas, como la cerebral, del rostro y/o área craneal.

Es aquí, cuando el especialista en ortodoncia recomienda el uso de brackets como la clave a resolverlo. Se mejoran así alteraciones funcionales oronasales de base, se corrigen posturas incorrectas y desequilibrios faciales. No son pocas las virtudes que el tratamiento con estos aparatos les otorga a las personas con dificultades en la actualidad.
Un avance constante de la tecnología en unión con la odontología más especializada, que se fusionan en beneficios permanentes y muy duraderos en el tiempo.

¿De qué tratan los aparatos de ortodoncia?

Son sistemas de vanguardia, ideales para el nuevo tipo de paciente, que requiere calidad y simplicidad de uso en partes iguales. Los brackets de estos tiempos son más útiles y confortables que nunca. Hechos de material metal o tono similar a los dientes, cerámico o plástico y fijos, linguales, Damon o removibles. Concretamente, los llamados brackets se adhieren a las piezas dentales unidos a través de un alambre, por dentro o por fuera, haciendo una sutil, firme y tenaz coacción que logra que los dientes se muevan de modo moderado hacia su ubicación ideal. No provocan casi dolor ni incomodidad, como si lo hacían los primeros en el mercado dental.

Si bien en la actualidad se pueden hacer a toda edad, también adultos mayores mientras las piezas estén relativamente en buen estado, cuando más se recomienda es en la fase inicial de formación dental, esto es, cuando se está en los primeros años de vida, particularmente entre los 7 y 12 años.
Es justamente en la niñez, cuando más se pueden apreciar posibles desviaciones anómalas que son más simples de tratar y revertir en estas condiciones, mediante el uso de estos aparatos. Por eso, las visitas al odontólogo de confianza deben hacerse al menos en esta etapa, unas dos veces al año, para evaluar el crecimiento y estado de los dientes y su universo bucal.

Un tratamiento que, bien llevado, esto es equilibrando entre cuidado, higiene y visitas al especialista de forma regular, puede durar entre doce meses y año y medio, dependiendo del material elegido junto al profesional. Y para llegar a esa finalización soñada, es esencial seguir una alimentación equilibrada para la buena salud de las piezas. Una que ayuda siempre, pero más en este contexto, donde ingerir demasiado azúcar o durezas acumula placa y daña las piezas.

Brackets Invisibles

Como decíamos más arriba, hay varios modelos de ortodoncia que se acomodan a gustos y requerimientos de cada paciente, sea de salud o de belleza. Pero una en particular gana adeptos y suplanta a otros: los brackets invisibles. Una nueva concepción de esta generación y una solución que no interfiere en la forma de verse de las personas, y que es lo último en este tipo de tratamientos.
Una sonrisa soñada y sana mientras casi ni se percibe la utilización de un aparato para corregir entre los dientes.
Trata de una técnica que alinea las piezas sin necesidad de llevar puestos alambres. Utiliza alineadores transparentes personalizados para un ajuste preciso y corrección luego, y se quitan fácilmente cuando es necesario. Si bien no se recomienda hacerlo con asiduidad, solo cuando sea necesario.

Es que son tiempos donde la inmensa mayoría de los pacientes buscan métodos ciertos y operativos: practicidad similar al tipo de vida que lleva, pero también que no interfiera con su estética propia del día a día. Lo que antes parecía muy difícil de avizorar, ahora se consigue con enrome facilidad en muchos consultorios y clínicas, gracias a este producto de excelente calidad y técnica que está disponible en nuestro país y en muchos otros lados.
Es, gracias a sus férulas traslúcidas que resultan invisibles a la vista, que esto es posible. Una refinada tecnología que utiliza en su armado y proceder médico lo último en 3D para ir corrigiendo la dentadura e ir cambiando las piezas con el correr del tratamiento, mientras brinda un diseño ameno.

¿Las grandes ventajas de estos aparatos?

Su facultad removible y casi imperceptible, que permite llevarlos siempre colocados muchas horas al día sin que prácticamente se noten, y poder sacarlos luego para ingerir alimentos e higienizarse la zona, los vuelve ideales en confort.
Es genial, porque el hecho de usarlos no implica una obligación de cambiar la rutina más personal ni incomodar con su presencia. Mientras deja comer y masticar con toda regularidad y sin esfuerzo las veces que se quiera.
Unos aparatos que, no por ser transparentes difieren de los típicos metálicos. Su función de trabajo lineal es semejante y son súper resistentes, solo que se adaptan más y mejor a aquellos pacientes que reivindican lo estético y funcional por necesidad o deseo.

Y, además:

- Son muy estéticos.
- Permiten su uso de modo simple.
- Beneficia el aseo oral de rutina.
- No es molesto al ingerir o hablar.
- Su colocación es cómoda y se reduce la visita al consultorio.
- Puede concluir antes el tratamiento que con métodos clásicos.
- Evita que el diente se descalcifique.

Puede servirle a todo tipo de pacientes, pero, en particular es de gran ayuda para aquellos hombres y mujeres que de ningún modo se someterían a la ortodoncia con bracket comunes por motivos sociales y estéticos, y también para aquellos muy ocupados y viajeros que no cuentan con el tiempo necesario para asistir frecuentemente a una consulta física con el médico, ya que estos espacian más el control.

El Precio de los Brackets en Argentina

Hablar de costos en ortodoncia puede resultar ambiguo porque cada caso y necesidad es tan especifico como lo es cada paciente. De hecho, la duración, el tipo de método elegido entre el profesional y la persona y las veces que requerirá atención durante el tratamiento, define en gran medida el valor monetario total.

Invisibles, metálicos, damon, maxilar; estéticos o metálicos, cada uno tiene particularidades que deben tenerse en consideración a la hora de decidir un tratamiento así en el ámbito de la ortodoncia profesional.

Lo más importante y recomendado siempre, es asistir a especialistas en consultorios habilitados, algo fácil de comprobar vía internet o consultando en vivo.
El área de la boca es sumamente sensible y por eso no se puede improvisar. Se trata de un órgano más, que por esa misma razón requiere un cuidado y expertise que no puede arriesgarse por lo monetario. El valor de tener una boca saludable es demasiado importante para dejarla en manos improvisadas. El cuidado es clave.

Así, para saber el precio exacto de los tratamientos de brackets es necesario sí o sí acudir primero a un diagnóstico competente y certero, a fin de evaluar cual es el estado real de los dientes y encías, generar un historial clínico y a partir de ahí planear en conjunto qué acciones tomar. Allí es donde se evaluará la complejidad del caso, cuál procedimiento es más recomendado para este, y cuánto tiempo se prevé que lo lleve colocado, algo que ronda más allá de los 12 meses en todos los casos.

Por supuesto, que cuanto más tradicionales sean los brackets que se elijan, menos costosos serán, esto es, porque más allá de que sus características básicas de alineación dental son similares, llevan mucho más tiempo en el mercado, y son algo más incómodos y poco estéticos que otros de vanguardia en la actualidad como los invisibles o transparentes, de ahí que sea fácilmente deducible que puedan tener un valor menor.

Las facilidades de abono aventajan en mucho la decisión por este tipo de tratamientos. En prácticamente todos los espacios médicos ortodoncistas es posible abonar en cuotas o financiarlo.
Y eso es muy positivo porque permite que cada vez más personas y chicos que de otro modo verían dificultad inmensa en ingresar a esta técnica, puedan hacerlo y así mejorar notablemente su calidad de vida estética bucal, su seguridad y bienestar, sin poner en juego su economía personal.