Cuida tu Estética con Brackets Transparentes

Llevarlos puestos pero que casi no se note. En esta frase corta se resume gran parte de lo que significa la ortodoncia moderna y sus beneficios que otorga más allá de la salud. Una técnica no invasiva que vigila la adecuada ubicación de las piezas dentales mientras minimiza incomodidades y notoriedad. Estética, una porción clave de la medicina para los nuevos pacientes que llegan a la consulta profesional para mejorar su aspecto más allá de los problemas físicos que puedan presentar.

Casi todos quienes alguna vez usaron brackets en el pasado quisieran haber conocido a los transparentes antes. Quitar esa huella poco grata que dejaba tan expuesto a primera vista tamaño aparato metálico entre los dientes.
Suavidad, confort y estética es lo que traen consigo los nuevos. Por eso, aun cuando el concepto de tener que ponerlos siga sonando poco agradable para algunos, son la diferencia absoluta con los más clásicos. Es, precisamente, el ideal de tratamiento para esos que valoran lo externo, incluidos los jóvenes y adolescentes que ya lo ven como algo normalizado entre su grupo social.
Aunque, si bien el freno es transparente, cabe aclarar que el aro suele es metálico o de color blanco. Lo bueno, es que apenas se perciben y disimulan muy bien a relativa distancia.

La función básica no varía. La ortodoncia se ocupa con acabada ciencia de emparejar los dientes, la maloclusión y/o aliviar la mordida en personas que, por mala higiene continuada, accidentes o razones hereditarias tienen piezas mal distribuidas o dañadas seriamente, y, aunque siempre conviene comenzar en la etapa de la infancia a solucionar posibles inconvenientes de la boca, en la edad adulta también se puede recuperar una sonrisa agradable, y con amplia tranquilidad de colocación.

El sistema evoluciona

Se asienta en brackets muy pequeños y traslúcidos de diverso material, arcos, ligaduras y gomas, cuando se precisan, que se adhieren por un tiempo estipulado a los dientes haciendo fuerza para llevarlos a la posición correcta, logrando el cometido de acabar con la desalineación de las piezas dentales como el apiñamiento, la separación, las mordidas oblicuas y más trastornos derivados de los maxilares, de modo natural.

Ventajas de los estéticos frente a los metálicos

Si algo conspira contra los más clásicos es precisamente su material, que, por incómodo y duro puede provocar perjuicio en las encías y mejillas generando roces, ampollas y hasta heridas.
Algo que, en la ortodoncia estética, generalmente de zafiro, no se produce. Su apariencia es prácticamente diáfana a los ojos y por eso mismo es la que revoluciona el concepto dental.
Se vuelve así el elegido de numerosos pacientes. Y sucede porque, aquellos que buscan alinear su sonrisa y lucir más agradables, no desean pasar ese proceso de tratamiento extenso con brackets expuestos, por eso, los transparentes son ideales para muchos de ellos.

Su delicadeza también atrae. Se unen con sutileza a los dientes volviéndose un aparato muy cómodo. Alguna pequeña lesión puede llegar a haber con el paso del tiempo, pero es mínima comparada con el otro material. Además, no provocan reacciones alérgicas y no condicionan el esmalte.

Resiste más y mejor que la cerámica, esto hace que el peligro de romperse en algún punto sea muy pequeño, y su adhesión es plena.

La impresión de limpieza externa se relaciona a los tonos del material, por eso, es precisamente el zafiro el que deja ver ese aspecto más puro y aseado sobre otros como la porcelana o el plástico. Y es importante, porque por lo general no pueden higienizarse si se amarillentan o manchan. Bien cepillados y cuidando de no ingerir alimentos muy oscuros, se conservan.

Precios de Brackets Transparentes

Al hablar de costos en ortodoncia estética tenemos que hacer referencia a inversión. Un tratamiento tan personalizado, poco notorio y definitivo, lleva consigo calidad, acompañamiento y tiempo dedicado. Mejorar la sonrisa y la salud bucodental implican excelencia. Y en ese sentido, se deben tener presentes los requerimientos propios del paciente, sus gustos, cambios de alambres o gomas en los meses que dure su colocación e inconvenientes que presente en la dentadura.

Lo cierto es que en el mercado de la medicina dental estética se encuentran muchos tipos de aparatos de ortodoncia, y cada uno con su costo y tecnología más o menos de avanzada.

El zafiro y la porcelana, específicamente, son de los materiales más elevados en precio debido a sus cualidades exquisitas, versátiles y discretas que se fusionan con el esmalte y permiten crear un estilo particular en cuanto a la elección de ligas, con el mismo propósito que el tradicional hecho de acero inoxidable, más económico y el clásico del mercado, pero con menos notoriedad. Lo que si puede existir es la posibilidad, en algunos casos, de intercambiar componentes para alivianar costos.

La recomendación oportuna es siempre asesorarse en el consultorio. Nadie más que el especialista en ortodoncia sabe de buena fuente cuál método es el más oportuno en base a un diagnóstico previo detallado y a cuántas caras se precisan cubrir y cómo.

Lo más claro a atender es que ya no hay limitaciones en los dispositivos de ortodoncia, trasparentes o clásicos, como se prefiera y recomiende, se puede optar por cualquiera de ellos y beneficiarse enormemente de una dentadura cuidada y bonita sin riesgo de caries, enfermedades periodontales, mayor desgaste o incluso caídas evitables. Esto es lo que acerca cada vez más pacientes a la cita médica, el ver que ya no es nada de otro mundo, y que, lejos de molestias y gran notoriedad, ahora se pueden llevar de manera recatada.

En base a la atención de estas particularidades de cada uno, se completan los valores totales que van a ser necesarios abonar.

¿Tu sonrisa no es la que querés? ¿Está afectando tu salud ósea bucal? Pedí una consulta con tu dentista de confianza, y empezá a resolverlo. Con paciencia y en colaboración con el ortodoncista, en muy poco plazo se puede revertir una situación dental negativa que pudo haber durado años y afectado física y mentalmente la calidad de vida de la persona en cuestión. Y eso, sí que lo vale.

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