¿Qué son los brackets?

La salud de los dientes tiene un impacto integral sobre cualquier persona, comenzando por su mordida, es decir, por la forma en la cual masticamos e ingerimos el alimento que nutre nuestro cuerpo, y finalizando por su sonrisa, la cual nos permite expresarnos en términos sociales. Por todas estas razones es muy importante tener una mordida perfecta, dientes bien alineados, y eso puede conseguirse a través de los brackets.

¿Qué son los brackets? ¿Para qué se usan? ¿Cuánto sale colocárselos? Bien, esas son algunas de las dudas que nos llegan con más frecuencia, y que intentaremos responder en este breve artículo informativo.

Los brackets son, en última instancia, herramientas que corresponden al universo de la ortodoncia; es decir, parte de un tratamiento de ortodoncia que busca solucionar un problema específico en el paciente.

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¿Cuáles son los mejores brackets?

En este punto entran a jugar varios factores como para dar una respuesta definitiva. Por un lado tenemos a los brackets metálicos, los de zafiro, y los autoligables, como los del sistema Damon. Todos ellos son excelentes, y a su manera lograr el resultado que buscamos.

Los precios de este tipo de brackets pueden variar, desde luego. El paciente puede elegir la alternativa que más le convenga, o la cual se ajuste mejor a su bolsillo. En este contexto es importante notar que existen diversos planes de pagos en cuotas que acaso pueden aliviar un poco el costo.

Los brackets se usan esencialmente para solucionar cualquier tipo de deficiencia en la mordida. En los niños esto adquiere una importancia realmente notable, ya que una mordida adecuada le permitirá al paciente masticar adecuadamente sus alimentos, y en consecuencia digerirlos de forma correcta. Es decir que los brackets pueden ayudar incluso en la alimentación del niño.

En general, aunque claramente esto no es exactamente así en todos los casos, los adultos suelen utilizar los brackets por motivos estéticos. En este sentido, los brackets también pueden ser una herramienta sumamente poderosa para corregir la posición de los dientes y permitirle al paciente lucir una sonrisa perfecta, lo cual, a su vez, probablemente tendrá un impacto en su vida diaria, ya que al poder sonreír tal como se desea se mejora ostensiblemente la confianza en uno mismo.

Cuales son los mejores brackets

Cada tratamiento de ortodoncia tiene sus particularidades, desde ya, y esto forma parte del universo del profesional. No obstante, es bueno que el paciente sepa que existen varios tipos diferentes de brackets.

Por un lado tenemos los brackets metálicos. Son extremadamente resistentes, fuertes, aunque rara vez son la primera elección entre aquellos que se preocupan más por la estética que por los resultados que concretamente pueden darnos.

Los brackets invisibles, llamados así debido al material con el que están elaborados, a base de plástico de policarbonato, son muy económicos y favorecen la estética del paciente durante su tratamiento; en general, de breve duración.

También existen los brackets de cerámica, los cuales tienen muy buenas propiedades, y los brackets de zafiro, quizás los que menos se notan a la vista.

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Por cierto que también existen otros tipos de brackets, fabricados a partir de otros materiales, e incluso otros sistemas de colocación que pueden utilizarse dependiendo del caso. En última instancia, los aparatos son una forma excelente de tratar algunos problemas que pueden perjudicar tanto al organismo propiamente dicho como a la autoestima.

Por suerte, en los tiempos que corren buena parte de los prejuicios que antes recaían sobre los brackets poco a poco están siendo erradicados de la sociedad, y con toda justicia. Hoy en día nadie se sentirá mal por tener que usar aparatos de ortodoncia, ya que esto forma parte de un tratamiento que busca mejorar la salud del paciente.

Por otro lado, es justo decir que los materiales, y los sistemas que se utilizan en los brackets, como por ejemplo el sistema Damon, han logrado que los aparatos de ortodoncia sean mucho más fáciles de llevar. No me refiero al afuera, es decir, a lo que el paciente pueda o no sentir en función de la mirada del otro, sino simplemente de la comodidad que han ido ganando los brackets; siendo en principio algo molestos pero a los cuales uno rápidamente se acostumbra. Para más información, visite esta sección.