En cualquier caso, es el profesional quien le hará una recomendación basada en lo que ha observado que puede funcionar con mayor eficacia en usted. Recordemos que la posibilidad de lograr una sonrisa soñada es apenas uno de los objetivos del uso de ortodoncia. También nos permite recuperar totalmente la funcionalidad de las distintas piezas dentales, es decir, solucionando cualquier tipo de problema en la mordida, e incluso aliviando por complejo diversos malestares que pueden producirse en la mandíbula.
Si tenés dudas sobre cómo se colocan los brackets, o quizás te asusta un poco el procedimiento, es importante que sepas que buena parte de esos temores no tienen un fundamento objetivo. En definitiva, los brackets no son difíciles de colocar, tampoco dolorosos, y los materiales que se usan en la actualidad poseen una calidad tal que incluso tienen en cuenta la estética del paciente.
También es bueno tener presente el objetivo que se persigue con la utilización de los brackets, es decir, corregir anomalías que puedan existir en la posición de las piezas dentales. Esto es un asunto delicado, que exige un máximo de compromiso de parte del profesional. En cualquier caso, si necesitás usar brackets no deberías sentirte mal al respecto. Muchas personas lo utilizan, y siempre nos permite lograr los mejores resultados.
Es decir que si mantenemos la mirada en la meta final, lograr dientes bien alineados y, en consecuencia, una sonrisa perfecta, entonces podremos atravesar el proceso de colocación de brackets con mucha menos ansiedad, que generalmente termina una cuestión perjudicial para el paciente.
Además, los brackets solucionan otros problemas secundarios, menos visibles, como el bruxismo, cierta dificultad en la mordida, y al momento de masticar, que a su vez pueden producir dolores en la mandíbula. Todo eso puede solucionarse de forma radical a través de la ortodoncia.
Ahora bien, decíamos que los brackets son productos que vienen fabricados con diferentes materiales, como los brackets de zafiro, los metálicos, o bien el sistema Damon, que esencialmente pueden ser definidos como brackets autoligables.
La colocación de brackets, independientemente del producto en particular que necesites usar, no constituye un verdadero problema, y el proceso es mucho menos molesto de lo que seguramente pensás. Algunos de estos productos son prácticamente imperceptibles, con lo cual vas a poder atravesar tu tratamiento a través de sistemas que tienen en cuenta tu estética.
